Deterioro cognitivo leve en la enfermedad de Parkinson

Deterioro cognitivo leve ParkinsonLa enfermedad de Parkinson ha sido siempre considerada un trastorno motor. Sin embargo, en las últimas décadas, ha aumentado el reconocimiento de manifestaciones no motoras, entre las que destacan las alteraciones cognitivas, psiquiátricas (por ejemplo, la apatía y depresión) y la alteración del sistema nervioso autónomo (control de la tensión arterial y de la función urinaria).

Desde hace varios años, estos síntomas han recibido especial atención por parte de los especialistas e investigadores debido a su elevada frecuencia e impacto en la calidad de vida de pacientes, familiares y cuidadores, siendo, actualmente considerados parte integral de la enfermedad. Por todo esto, la doctora Rodríguez-Oroz, junto a Teva, han organizado el VIII Simposio “Trastornos cognitivos en la Enfermedad de Parkinson”.

“El deterioro cognitivo leve (DCL) en la enfermedad de Parkinson es un factor de riesgo de demencia que afecta al 27% de los pacientes no dementes, siendo la frecuencia de casi 40% en aquellos con enfermedad avanzada”, ha comentado la doctora Gasca-Salas, del Centro Integral de Neurociencias A.C. (CINAC) de Madrid. A pesar de la heterogeneidad de las investigaciones, los expertos allí reunidos han coincidido en que la asociación de déficits cognitivos que implican una disfunción de regiones cerebrales específicas (corteza cerebral posterior), principalmente la disfunción visuoespacial, que incluye la capacidad para orientarse en los lugares así como ubicar los objetos en el espacio; determinarían un mayor riesgo de demencia en los próximos años.

Además, tal y como explica la especialista, la disfunción ejecutiva donde incluimos resolución de problemas, planificación o memoria de trabajo, las cuales aparecen frecuentemente al inicio de la enfermedad como consecuencia del déficit de dopamina, seguirían empeorando en la conversión a demencia”. En este sentido, los profesionales han destacado que el riesgo de la demencia va a ser mayor en los pacientes de edad más avanzada (mayores de 70 años), que han iniciado la enfermedad de forma tardía y aquellos que llevan más tiempo sufriéndola. “En el caso concreto del DCL, los signos o síntomas que pueden aumentar en mayor medida el riesgo de conversión a demencia serían la inestabilidad postural, tener un DCL más avanzado, la existencia de alteraciones visuoespaciales y las alucinaciones visuales”, apunta la doctora Gasca-Salas, que añade que la identificación de estos pacientes de mayor riesgo, es de utilidad no sólo desde el punto de vista clínico y pronóstico, sino también en el desarrollo de terapias modificadoras de la progresión de la enfermedad.

Fuente: portal ConSalud.es

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