En una publicación en la edición del día 16 de junio de la revista Current Biology, un equipo de investigadores dirigido por la UCLA reportó que, en comparación con los individuos sanos, las personas en las primeras etapas de la enfermedad de Parkinson tienen dificultades con la toma de decisiones sólo cuando la información sensorial que reciben es lo bastente débil o incompleta que la persona debe recurrir a información recogida en experiencias anteriores similares. Cuando la información sensorial es fuerte, las personas con Parkinson son capaces de tomar decisiones, así como las personas que están sanas.
El hallazgo podría ayudar a explicar un fenómeno bien conocido asociado con la enfermedad de Parkinson, llamado movimiento paradójico, en el que las personas con la enfermedad - a menudo incluso mientras asumen el tratamiento con dopamina - tienen dificultades para iniciar la marcha. Por lo general, estas personas tienen una forma de caminar caracteristica, arrastrando los pies, junto con una postura encorvada. Pero cuando las mismas personas son asistidos por una fuerte información sensorial, tales como líneas horizontales trazadas en el suelo para que den un paso más o estimulos sonoros musicales, su caminar y la marcha mejoran significativamente.
"Esto nos dice que el problema de las personas con enfermedad de Parkinson no es el caminar por sí mismo, sino más bien en la generación de la forma de andar sin la ayuda de la información sensorial", dijo el autor principal del estudio Michele Basso, profesor en el Instituto Semel de UCLA para la Neurociencia y comportamiento humano y del departamento de neurobiología en la Escuela David Geffen de Medicina en UCLA y director del Laboratorio de Neurociencia cognitiva Fuster en el Instituto Semel. "Los pacientes con enfermedad de Parkinson en nuestro estudio tuvieron problemas sólo cuando tenían que confiar en la información de la memoria para guiar sus acciones. Creemos que este problema fundamental de la toma de decisiones en ausencia de información sensorial suficiente puede ser lo que está al origen de algunos de los trastornos del movimiento".
En la toma de decisiones perceptivas, los usuarios integran la información de la memoria con la información sensorial directamente percibida. Por ejemplo, cuando las personas están pensando en cruzar una calle cuando un coche se dirige hacia ellos desde la distancia, utilizan la experiencia pasada para ayudar a determinar si tienen el tiempo suficiente para proceder con seguridad. A veces la información actual es tan clara que depender de las experiencias anteriores no es necesario, pero cuando esa información actual es ambigua, se hace más importante aprovechar la información almacenada en los recuerdos.
"La enfermedad de Parkinson ha sido vista por mucho tiempo como puramente un problema motor, limitado sobre todo a una sección del cerebro llamada ganglios basales y al papel de la dopamina, un neurotransmisor que no se produce en niveles suficientes", dijo Basso.
Pero se observó que los pacientes en el estudio de la UCLA estaban en las primeras etapas de la enfermedad y con medicación para normalizar la producción de dopamina. Por otra parte, los resultados preliminares del grupo de Basso muestran que el deterioro de toma de decisiones relacionada con la memoria parece no estar influenciado por la medicación en pacientes en etapa temprana de la enfermedad de Parkinson.
"Nos estamos dando cuenta de que la enfermedad de Parkinson es una enfermedad multisistémica que probablemente involucra muchas áreas del cerebro y varios sistemas de neurotransmisores", dijo Basso. "Nuestro hallazgo sugiere que la disfunción que hemos descubierto en realidad puede no estar relacionada con la dopamina. Los nuevos esfuerzos por nosotros y otros están orientados a descubrir qué otras áreas del cerebro y que otros neurotransmisores están implicados y cómo."